El advenimiento de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs)

Desde hace aproximadamente veinte años, en diversas oleadas y desde diversas ideologías, numerosos autores anuncian el advenimiento de la sociedad de la información: un conjunto de transformaciones económicas y sociales que cambiarán la base material de nuestra sociedad (véase Bell, 1973; Touraine, 1969; Bangemann, 1994 o Castells, 1997). Tal vez uno de los fenómenos más espectaculares asociados a este conjunto de transformaciones sea la introducción generalizada de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en todos los ámbitos de nuestras vidas. 

Está cambiando nuestra manera de hacer las cosas: de trabajar, de divertirnos, de relacionarnos y de aprender. De modo sutil también está cambiando nuestra forma de pensar. A diferencia de los animales, el ser humano transforma su entorno, adaptándolo a sus necesidades, las reales y las socialmente inducidas, pero termina transformándolo a él mismo y a la sociedad. 

Las tecnologías de la información y la comunicación han desempeñado un papel fundamental en la configuración de nuestra sociedad y nuestra cultura. Pensemos en lo que han significado para historia de la humanidad la escritura, la imprenta, el teléfono, la radio, el cine o la televisión. 

 

Uso de la tecnología por el ser humano

 

La utilizamos hasta tal punto que no somos conscientes de cómo han contribuido a cambiar las cosas. Sólo percibimos la tecnología cuando falla o temporalmente desaparece: una huelga de transporte público sume a toda una ciudad en el caos; un corte de suministro eléctrico lo trastoca todo: ni siquiera suenan nuestros despertadores. 

La tecnología, pues, solo se percibe si es suficientemente "nueva". Y las novedades y los cambios generan incertidumbres, alteran el 'status quo' y ponen en peligro intereses creados. 

Implicaciones que las TIC están comenzando a tener en educación. 

Un enfoque habitual de las nuevas tecnologías y la educación es reducirlo exclusivamente a sus aspectos didácticos, es decir, considerarlas tan sólo un medio más en el bagaje de recursos del docente sin asumir que las nuevas tecnologías están cambiando el mundo para el que educamos niños y jóvenes. Y que tal vez sea necesario redefinir nuestras prioridades como educadores. 

La institución escolar, que nació, entre otras cosas, para proporcionar información, compite ahora con fuentes de una increíble credibilidad  como la televisión, cuyo objetivo no es, evidentemente, ni formar, ni informar verazmente, ni educar sino más bien capturar audiencias masivas y venderlas a los anunciantes o, simplemente, ganar dinero. Dime que canal ves, y te diré que piensas.

Los medios de comunicación y las redes informáticas han sido calificados acertadamente de "profesores salvajes" y su influencia es enorme, sobre todo si tenemos en cuenta que la televisión es la tercera actividad en tiempo empleado, tras el trabajo y el sueño, de la mayoría de los habitantes de los países occidentales. 

Una segunda consecuencia de la ampliación de nuestra capacidad para codificar, almacenar, procesar y transmitir todo tipo de información es la transformación radical de dos condicionantes fundamentales en la comunicación: el espacio y el tiempo. Ambas están muy relacionadas. No en vano nuestros abuelos utilizaban unidades de tiempo para expresar distancias y superficies: el tiempo necesario para recorrerlas a pie o a caballo o para ararlas. Las nuevas tecnologías han desmaterializado, deslocalizado  y globalizado la información. Al situarla en el "ciberespacio" (esa 'alucinación consensual formada por todos los bancos de datos de todos los computadores del mundo interconectados entre sí', parafraseando la definición del novelista William Gibson (1989))

Como sostiene Negroponte (1995), hemos pasado de una cultura basada en el átomo a una cultura basada en el bit. Y mover átomos es caro y lento, mover bits es rápido y barato. Las implicaciones de este cambio son enormes ya que las coordenadas espacio-temporales son el marco de toda actividad humana. Las redes informáticas eliminan la necesidad de los participantes en una actividad de coincidir en el espacio y en el tiempo. Y este hecho desafía la manera en la que hemos hecho la mayor parte de las cosas durante muchos años. 

 

Hacia la sociedad del aprendizaje

 

La educación es un sector tradicionalmente poco dado a novedades y cambios. Seymour Papert nos ofrece una historieta que ilustra los diferentes ritmos de cambio en educación y en la profesión médica: 

Imagínense, dice Papert (1993), un grupo de viajeros del tiempo del siglo pasado, entre ellos un grupo de cirujanos y otro de maestros, que aparecieran en nuestros días para ver cómo habían cambiado las cosas en sus respectivas profesiones en cien o más años. Piensen en el "shock" del grupo de cirujanos asistiendo a una operación en un quirófano moderno. Sin duda podrían reconocer los órganos humanos pero les sería muy difícil imaginar qué se proponían hacer los cirujanos actuales con el paciente, los rituales de la antisepsia o las pantallas electrónicas o las luces parpadeantes y los sonidos que producen los aparatos presentes. Los maestros viajeros del tiempo, por el contrario, sólo se sorprenderían por algunos objetos extraños de las escuelas modernas, notarían que algunas técnicas básicas habían cambiado (y probablemente no se podrían de acuerdo entre ellos sobre si era para mejor o para peor) pero comprenderían perfectamente lo que se estaba intentando hacer en la clase y, al cabo de poco tiempo, podrían fácilmente seguir ellos mismos impartiéndola. 

El ritmo del cambio: aprendizaje a lo largo de toda la vida y cultura general

El ritmo de cambio de nuestra sociedad es tan rápido que los sistemas de formación inicial no pueden dar respuesta a todas las necesidades presentes y futuras de la sociedad. Hace años que somos conscientes de que la formación debe prolongarse durante toda la vida y que el reciclaje y la formación continuada son elementos clave en una sociedad desarrollada y moderna. Sin embargo, los importantes cambios que las nuevas tecnologías están introduciendo en los puestos de trabajo han hecho este principio mucho más evidente que antes. Se están creando nuevos sectores productivos relacionados con dichas tecnologías, otros se transforman por la introducción de nuevas formas de organización y, finalmente, es posible que desaparezcan muchos puestos de trabajo como subproducto de la revolución tecnológica. Por eso, en la sociedad de la información deberán crearse los mecanismos necesarios para que dicha formación continuada alcance a la gran cantidad de personas que, presumiblemente, van a necesitar nuevos conocimientos, habilidades y destrezas.

 

Nuevos entornos de enseñanza y aprendizaje

 

Las nuevas tecnologías no sólo van a incorporarse a la formación como contenidos a aprender o como destrezas a adquirir. Serán utilizadas de modo creciente como medio de comunicación al servicio de la formación, es decir, como entornos a través de los cuales tendrán lugar procesos de enseñanza y aprendizaje. Como señala Martínez (1996), "en los procesos de enseñanza y aprendizaje, como prácticamente en la totalidad de los procesos de comunicación, pueden darse diferentes situaciones espacio-temporales, tanto en la relación profesor-alumno, como en relación a los contenidos". Las aulas virtuales, la educación en línea, a través de redes informáticas, es una forma emergente de proporcionar conocimientos y habilidades a amplios sectores de la población. Los sistemas asíncronos de comunicación mediada por ordenador proporcionarán la flexibilidad temporal necesaria a las actividades para que puedan acceder a la formación aquellas personas con dificultades para asistir regularmente a las instituciones educativas presenciales debido a sus obligaciones laborales, familiares o personales. La desaparición del espacio físico en estas nuevas modalidades de formación creará un mercado global en el que las instituciones educativas tradicionales competirán entre sí y con nuevas iniciativas formativas públicas y privadas. 

El aprendizaje no es ya una actividad confinada a las paredes del aula, sino que penetra todas las actividades sociales (trabajo, entretenimiento, vida hogareña, otros) y, por tanto, todos los tiempos en los que dividimos nuestro día. No se trata de una tarea infantil de preparación para la vida adulta y el trabajo: en realidad es una parte cada día más importante de muchos puestos de trabajo y profesiones. Las antiguas categorías ("escuelas", "universidades", "bibliotecas", "profesores", "estudiantes") dejan de tener sentido en la sociedad del "hiperaprendizaje", un "universo de nuevas tecnologías que poseen e incrementan la inteligencia" (Perelman, 1995), en la que el aprendizaje está en todas partes y para todo el mundo. 

 

Nuevos roles para las instituciones educativas

 

La deslocalización de la información y la disponibilidad de nuevos canales de comunicación tendrán efectos notables en las instituciones educativas superiores tradicionales. El más evidente es la globalización de algunos mercados educativos. Es posible que, en breve, muchas instituciones compitan en un renovado mercado de formación a distancia a través de las redes telemáticas. La perspectiva tradicional de la educación a distancia está cambiando a pasos agigantados. Las redes no sólo servirán como vehículo para hacer llegar a los estudiantes materiales de autoestudio, sino para crear un entorno fluido y multimediático de comunicaciones entre profesores y alumnos y, tal vez lo más necesario en la actualidad, entre los propios alumnos (aprendizaje colaborativo). 

Las instituciones que ofrecen formación presencial están comenzando a utilizar las nuevas tecnologías como recurso didáctico y como herramienta para flexibilizar los entornos de enseñanza y aprendizaje. No es descabellado pensar en programas mixtos, en los que los estudiantes asisten a unas pocas clases y siguen formándose en sus casas o puestos de trabajo a través de los recursos por línea de la institución, accediendo a sus profesores cuando lo necesiten. Este grado de flexibilidad permitirá que muchas personas con obligaciones familiares o laborales puedan seguir formándose a lo largo de sus vidas. 

 

Nuevos roles para docentes y alumnos

 

Los nuevos entornos de enseñanza y aprendizaje exigen nuevos roles en profesores y estudiantes. La perspectiva tradicional en educación superior, por ejemplo, del profesor como única fuente de información y sabiduría y de los estudiantes como receptores pasivos debe dar paso a papeles bastante diferentes. La información y el conocimiento que se puede conseguir en las redes informáticas en la actualidad es ingente. Cualquier estudiante universitario, utilizando la Internet, puede conseguir información de la que su profesor tardará meses en disponer por los canales tradicionales. 

La misión del profesor en entornos ricos en información es la de facilitador, la de guía y consejero sobre fuentes apropiadas de información, la de creador de hábitos y destrezas en la búsqueda, selección y tratamiento de la información. En estos entornos, la experiencia, la meta-información, los "trucos del oficio", etc. son más importantes que la propia información, accesible por otros medios más eficientes. Los estudiantes, por su parte, deben adoptar un papel mucho más importante en su formación, no sólo como meros receptores pasivos de lo generado por el profesor, sino como agentes activos en la búsqueda, selección, procesamiento y asimilación de la información. 

Por otra parte, los nuevos canales abren un frente en los conocimientos y destrezas del profesor. Debe utilizarlos y ayudar a utilizarlos a sus estudiantes, como una herramienta al servicio de su propia autoformación. De hecho, cada vez en más Universidades, los profesores atienden sus tutorías también por correo electrónico, tienen páginas web con los programas de sus asignaturas y las lecturas recomendadas (si están disponibles en formato electrónico) y utilizan los nuevos canales como medio de comunicación y para reforzar la interacción del grupo de estudiantes entre sí (por ejemplo, a través de experiencias formativas en las que participan estudiantes y profesores de diversas universidades). Las telecomunicaciones abren posibilidades metodológicas y didácticas insospechadas. Los estudiantes de una institución pueden acceder a través de las redes a datos, publicaciones, actas de congresos y simposios, etc. pero también comunicarse con profesores y expertos de otras instituciones, con los que intercambiar ideas y opiniones. 

Las formas tradicionales de enseñanza (la "lectio") han resistido perfectamente los embates de la imprenta y la fotocopiadora. No sería extraño que resistieran también a las redes informáticas y los multimedia. No se trata ahora de condenar completamente una metodología de enseñanza que tiene sus virtualidades, se trata de ampliar el tipo de experiencias formativas de los estudiantes utilizando medios que van a encontrar por todas partes en su vida profesional y que forman parte de la cultura tecnológica que lo impregna todo. 

La digitalización y los nuevos soportes electrónicos están dando lugar a nuevas formas de almacenar y presentar la información. Los tutoriales multimedia, las bases de datos en línea, las bibliotecas electrónicas, los hipertextos distribuidos, etc. son nuevas maneras de presentar y acceder al conocimiento que superan en determinados contextos las formas tradicionales de la explicación oral, la pizarra, los apuntes y el manual. No es necesario explicar las bondades de las simulaciones de procesos, la representación gráfica, la integración de texto, imagen y sonido o de la navegación hipertextual. En el futuro, este tipo de soportes serán utilizados de modo creciente en todos los niveles educativos. 

Educar es una tarea centrada en el futuro

El impacto de las TIC y las fuertes repercusiones en el ámbito educativo del enfoque de un mundo digital y globalizado, traen consigo la necesidad de realizar cambios en la práctica docente.

Giordan y de Vecchi (1998), afirman que es posible a través de diferentes tipos de simulaciones, apoyar el pensamiento que se está construyendo. Las simulaciones generadas por computadora, constituyen representaciones de ciertas imágenes/fenómenos, asociados a algún modelo consensuado en particular. 

 

Educar centrados en el futuro

El uso de este tipo de representaciones, implica reflexionar sobre cuál es el contenido del mensaje que se desea que se asimile, tener en cuenta las concepciones de los involucrados en el aprendizaje y la forma que puede adquirir el modelo, para que les sea comprensible.

 

Herramientas TIC - Simuladores

Según Glass-Husain, todo simulador debe tener estos atributos:

Imita la realidad aunque no es real en sí mismo 

Puede ser cambiado por sus usuarios

Los simuladores constituyen un procedimiento tanto para la formación de conceptos y construcción de conocimientos, en general, como para la aplicación de éstos a nuevos contextos, a los que, por diversas razones, el estudiante no puede acceder desde el contexto metodológico donde se desarrolla su aprendizaje. De hecho, buena parte de la ciencia de frontera se basa cada vez más en el paradigma de la simulación, que en el experimento en sí. Mediante los simuladores se puede, por ejemplo, desarrollar experimentos de química en el laboratorio de informática con mayor seguridad o situaciones clínicas para los estudiantes de medicina, mostrando que los usos del simulador generan respuestas más completas y precisas en el cuestionario de evaluación.

Los simuladores pueden ser utilizados para ilustrar un procedimiento o proceso concreto para tratar de descubrir cómo afectan distintas variables a un procedimiento o proceso, lo cual puede ser guiados por el profesor, con el fin de que el estudiante adquiera el suficiente dominio y comprensión de procedimientos y procesos

Los simuladores pueden utilizarse para entrenamiento, exploración e investigación. Según Allesi y Trollip en situaciones físicas, procedimentales, situacionales y de procesos.

Jonassen considera los simuladores didácticos como “herramientas cognitivas”, porque aprovechan la capacidad de control del ordenador para amplificar, extender o enriquecer la cognición humana. Estas aplicaciones informáticas pueden activar destrezas y estrategias relativas al aprendizaje, que a su vez el estudiante puede usar para la adquisición autorregulada de otras destrezas o de nuevo conocimiento.

Ventajas de los simuladores  en la educación:

Posibilidad de trabajar con diversas máquinas, procesos y procedimientos múltiples veces

Involucran al estudiante en su aprendizaje, observa resultados y actúa en consecuencia

Es una herramienta motivadora

Coloca al estudiante ante situaciones próximas a la realidad.

Mayor disponibilidad de herramientas de aprendizaje, ya sólo se necesita  un ordenador y un software

Contribuyen a una mejor formación

 

Software autor

Por herramientas de autor entendemos un cierto número de aplicaciones informáticas y programas que permiten crear ejercicios y actividades de gran interés para los alumnos.

Se trata de un tipo específico de software compuesto por formatos o plantillas para el diseño de contenidos didácticos con diversos grados de interactividad.

Permiten la inclusión de textos y todo tipo de archivos: gráficos, audio, vídeo, etc.

 

Aplicaciones de Software autor

Hot Potatoes: Quizá sea la aplicación más adecuada para el usuario novel; es muy intuitiva y sencilla de manejar. 

Puede usarse libremente si es con fines educativos no comerciales. La versión 6 consiste en un conjunto de 6 aplicaciones que permiten crear ejercicios interactivos de respuesta múltiple, contestaciones cortas, emparejamientos de elementos, ordenación de palabras, relleno de huecos, crucigramas, etc. 

Su principal ventaja es su sencillez y atractivo y la variedad de ejercicios que permite crear, incorporando texto, gráficos, archivos de audio y vídeo, según las necesidades del profesor. (https://hotpot.uvic.ca/)

Malted: Es un sistema de autor gratuito. Esta aplicación requiere conocimientos de lenguaje html para su manejo. Incluye una base de datos con materiales de distintos tipos para facilitar el trabajo del profesor. (http://recursostic.educacion.es/malted/web/)

Neobook: Es un sistema de autor multimedia poderoso y fácil de usar que no requiere conocimientos de programación. El programa no es gratuito aunque puede ser distribuido libre de pago de royalties. (http://www.neosoftware.com/nbw.html)

Jclic; Es un conjunto de aplicaciones para el desarrollo de actividades educativas multimedia en el entorno Windows. Se trata de un tipo de software de libre distribución y fácil de usar que trabaja de  manera virtual en un ambiente  java. (http://clic.xtec.cat/es/jclic/)

 

Herramientas de productividad

Cada docente deberá usar las herramientas de productividad apropiadas según su especialidad, no solo desde el punto de vista administrativo y de planificación, sino en el ámbito meramente pedagógico.  Programas como Microsoft office, Open Office, Star office y otras herramientas de ofimática se pueden utilizar de manera acertada en ambientes de aprendizaje apoyados con computadora.

 

Software de presentaciones

El software de presentaciones, como powerpoint, camtasia, flash y otros es de gran utilidad en nuestro medio y es una forma útil y agradable de desarrollar algún tipo de lección magistral.

No es una medio del cual se deba abusar, pero sobre todo debe responder a una fase previa de planeación a los objetivos propuestos y a la estrategia metodológica.

 

Programas de su campo profesional

En aquellos casos en los que el docente desarrolla un ámbito específico o especialidad, es importante que el docente domine y promueva el uso de programas específicos de su campo.

El área de la matemática por ejemplo, tiene muchos programas para su apoyo.  Por ejemplo: Mathcad, Derive, Wiris, Geogebra, Graphmatica, y otros.

 

Diseño web y navegación en internet

Todo docente deberá tener conocimientos básicos de programación, diseño web y navegación en internet.

Internet es una gran herramienta, pero conlleva una serie de compromisos éticos por parte del docente.

El profesor que promueva el uso de internet, no podría improvisar tareas o actividades por ese medio, deberá ser planificador por excelencia, caso contrario podría tener implicaciones funestas en los procesos de enseñanza y aprendizaje de sus alumnos.

 

Correo electrónico como apoyo didáctico

El correo electrónico constituye un apoyo de gran relevancia en el quehacer docente de hoy, sin embargo el docente deberá entender y asumir que ello lleva un gran compromiso puesto que la labor docente ya no se circunscribe al espacio y tiempo asignado en una jornada horaria.

Por este medio se pueden intercambiar experiencias, trasegar tareas, prácticas, documentación de apoyo y otros.