Portafolio de evidencias. Un enfoque cualitativo de evaluación


¿Qué es un portafolio de evidencias?

El portafolio de evidencias es una colección de documentos, trabajos o imágenes del estudiante que nos muestra su desempeño en un período de tiempo determinado, no es más que una compilación del trabajo y logros del estudiante que ha sido sistematizado de acuerdo a los objetivos formulados previamente por el docente.

 

El portafolio de evidencias puede ser físico o electrónico, este último tiene la ventaja de que se puede compartir y actualizar en tiempo real por el docente y/o el estudiante en cualquier momento y lugar siempre que esté disponible una conexión a internet.

 

Tipos de portafolios

Básicamente, tenemos tres tipos de portafolios: El estructurado, el semiestructurado y el libre.  En un portafolio estructurado el docente define previamente qué debe contener el mismo producto del trabajo del alumno de acuerdo a las pautas y objetivos formulados.

 

En el semiestructurado además del contenido previamente establecido por el docente, el estudiante puede agregar todo aquello que considere relevante según su propio criterio.

 

El portafolio libre no es más que una colección de resultados seleccionados por el estudiante y agregados según sus propios intereses, sin seguir límites rígidos previamente establecidos por docente.

 

Un portafolio bien elaborado permite que tanto el docente como los estudiantes identifiquen, valoren y analicen el crecimiento experimentado y gradual de los aprendizajes a través de una línea de tiempo en el proceso cognitivo.

 

Según sea el área del conocimiento a evaluar, el portafolio puede contener: Ensayos, reportes, estudios de casos, resúmenes, ejercicios de autoevaluación, problemas, trabajos y reportes de campo y sus correspondientes bitácoras, diagramas u hojas de ruta sobre las experiencias individuales o en equipo, análisis de artículos, reflexiones, comparaciones, mapas conceptuales, todo ello de acuerdo a los objetivos formulados en la correspondiente unidad didáctica.

 

El diseño y la planeación del portafolio implica la adecuada selección de objetivos, contenido y actividades de aprendizaje. Debe incluir el modelo o instrumentos de evaluación a realizar, la que no puede ser antojadiza o arbitraria procurando que responda eficazmente a los objetivos planteados, mismos que previamente se han dado a conocer a los estudiantes.

 

La planeación del portafolio debe incluir un proceso de retroalimentación eficiente y oportuno para todos los estudiantes.

 

Un portafolio bien planeado permite al docente conocer las actitudes de sus estudiantes. Favorece la autonomía y participación contribuyendo de esta manera a que el estudiante asuma mayores responsabilidades en su proceso de aprendizaje.

 

No se debe utilizar el portafolio como un simple instrumento de evaluación de conocimientos, para ello puede utilizar cualquier otro tipo de instrumento de medición cuantitativo.

 

Ahora bien, si no vamos a medir conocimientos con el portafolio de evidencias, entonces para que sirve. El portafolio contribuye a promover y desarrollar habilidades de reflexión y autoevaluación, desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo, meta-cognición (capacidad de autorregular los procesos de aprendizaje. Involucra un conjunto de operaciones intelectuales asociadas al conocimiento, control y regulación de los mecanismos cognitivos que intervienen en que una persona recabe, evalúe y produzca información, en definitiva: que aprenda.), organización y regulación del conocimiento.

 

Más importante es que favorece y promueve al aprendizaje autónomo, la independencia, la capacidad de aprender a regular y aprender a aprender.

 

De forma muy general un portafolio de evidencias permite desarrollar hábitos de análisis, síntesis, resolución de problemas y evaluación que son los niveles más altos del conocimiento. Permite también identificar logros, fortalezas y oportunidades.

Un ejemplo de portafolio de evidencias.