El currículo y los modelos pedagógicos


 La educación responde a un proyecto político cuya premisa principal es resolver la interrogante en torno al tipo de hombre y de sociedad que se quiere contribuir en formar.

 

 Cualquier teoría pedagógica, en el pasado, en el presente y en el futuro tendrá que dar respuesta a la pregunta anterior. En consecuencia la teoría, de acuerdo a su concepción privilegia algún o algunos aspectos; aun así, subyace a todas ellas una postura acerca del individuo, como ser social y cultural del hombre, dando así una visión socio-antropo-psicológica del ser que constituye la base de estas teorías.

  

Las teorías pedagógicas asignan funciones distintas a la educación según las diferentes concepciones de ser humano y del tipo de hombre y de sociedad que se desea contribuir a formar.

  

Las teorías se convierten en modelos pedagógicos al dar respuesta a preguntas relacionadas con el para qué, el cuándo y el con qué desarrollar la práctica educativa. El modelo exige, por lo tanto, tomar postura ante el currículo, delimitando en sus aspectos esenciales los propósitos, los contenidos y sus secuencias, y brindando las herramientas necesarias para que estos puedan ser llevados a la práctica educativa.

  

Los modelos pedagógicos permiten dar fundamento a la relación entre el maestro, el saber y el alumno, estableciendo sus características y niveles de jerarquía. Finalmente, delimitarán la función de los recursos didácticos que se requieren para llevar a cabo su implementación.

  

Son los cuestionamientos y elementos mencionados los que permiten que se definan tres grandes modelos pedagógicos: la pedagogía tradicional que propone un aprendizaje mediante transmisión de información; la pedagogía activa para la cual la prioridad está en la acción, la manipulación y el contacto directo con los objetos; y finalmente las pedagogías cognoscitivas que partiendo de los postulados de la psicología genética proponen el desarrollo del pensamiento y la creatividad como la finalidad de la educación, transformando con ello los contenidos, la secuencia y los métodos pedagógicos vigentes.

  

La Pedagogía Tradicional

 Ha dominado la mayoría de las instituciones educativas a lo largo de la historia y aun así no ha contado con defensores teóricos aunque si tiene millares de defensores de facto, lo que es natural en procesos tradicionales. En un intento de aproximación, se puede tomar la siguiente cita de Julián De Zubiría, [JDEZUBIRÍA94, 50]

  

 ...podríamos decir que en la Escuela Tradicional, bajo el propósito de enseñar conocimientos y normas, el maestro cumple la función de transmisor. El maestro “dicta la lección ’’ a un estudiante que recibirá las informaciones y las normas transmitidas. La férula y el castigo recordarán a los estudiantes que, al mismo tiempo que la “letra con sangre entra’’, enseña a respetar a los mayores. El aprendizaje es también un acto de autoridad.

  

Se evidencia de la cita anterior, que en la escuela tradicional se busca que el maestro actúe de una manera severa, se les debe proponer retos difíciles y exigirles al máximo, se debe repetir y hacer repetir, de igual forma se corrige y se hace corregir, el estudiante copiará e imitará durante mucho tiempo, aunque lo que él copia no lo entiende, debe hacerlo ya que gracias al proceso de repetición podrá finalmente aprenderlo.

  

Tomando los términos de Thomas Kuhn se dirá que la pedagogía tradicional aceptó implícitamente una serie de principios pedagógicos durante cierto tiempo los que constituyen la base de su desarrollo y que posteriormente fue aceptado como el paradigma de la pedagogía tradicional.

  

Julián de Zubiría, presenta como paradigma de la pedagogía tradicional lo siguiente: [JDEZUBIRÍA94, 54] “El niño es una tábula rasa sobre la que se van imprimiendo desde el exterior saberes específicos; la función de la escuela consiste en dirigir esta transmisión de una manera sistemática y acumulativa.”

  

La mayoría de nuestras escuelas y en general la escuela tradicional ha aceptado la concepción anterior, cuyos postulados de una manera muy sintética nos dicen: la función de la escuela es la de transmitir saberes y valores aceptados socialmente, los contenidos curriculares están constituidos por normas y las informaciones socialmente aceptadas, el aprendizaje es acumulativo, sucesivo y continuo es decir el conocimiento se adquiere mediante un proceso instructivo y secuencial, el aprendizaje se garantiza por medio de la exposición oral y visual del docente, mediante un proceso reiterativo y severo, los recursos didácticos deben ser lo más parecidos a lo real de manera que favorezca la percepción y mediante un proceso de presentación reiterada favorezca la formación de imágenes mentales que garanticen el aprendizaje; finalmente el objetivo de la evaluación en el modelo tradicional consiste en determinar el grado de retención de los conocimientos transmitidos.

 Trataremos ahora El modelo activista.